Divorcio Exprés en Argentina: ¿Qué Es y Cómo Funciona?
¿Qué es el divorcio exprés?
El divorcio exprés, también conocido como divorcio unilateral o divorcio por mutuo acuerdo, es una modalidad que permite a las parejas disolverse legalmente de forma rápida y sin la necesidad de acudir a largos y costosos trámites judiciales. En Argentina, esta opción se habilitó luego de la reforma del Código Civil y Comercial de la Nación, que entró en vigor en agosto de 2015. A partir de entonces, las parejas que no tienen hijos menores de edad y que se encuentran de acuerdo en terminar con su matrimonio pueden realizar todo el proceso de forma sencilla y expedita.
El objetivo del divorcio exprés es agilizar el proceso, evitar confrontaciones innecesarias y reducir los costos económicos y emocionales. En lugar de tener que enfrentar largos litigios judiciales, las parejas pueden obtener el divorcio en un plazo mucho más corto, y sin la necesidad de justificar los motivos de la separación, como era requerido anteriormente.
¿Cómo funciona el divorcio exprés?
El procedimiento para solicitar el divorcio exprés en Argentina es relativamente simple. Los dos cónyuges deben estar de acuerdo en disolver el matrimonio y presentar una solicitud conjunta ante el juez. El único requisito principal es que no haya hijos menores de edad involucrados o personas incapaces que dependan de la pareja. Si existen hijos menores o personas incapaces, el divorcio exprés no es aplicable, y deberá recurrirse a una modalidad judicial convencional que contemple aspectos como la tenencia, visitas, pensión alimentaria y demás.
Una vez que los cónyuges presentan la solicitud de divorcio por mutuo acuerdo, se tramita rápidamente y el juez, en la mayoría de los casos, dicta la sentencia en un plazo de entre 30 y 60 días, dependiendo de la carga judicial. El trámite incluye la firma de un acuerdo en el que se resuelven cuestiones patrimoniales, como la división de bienes y deudas, y en caso de que haya hijos menores de edad, se establece el régimen de visitas y la pensión alimentaria. En el caso de que no haya acuerdos sobre estos temas, el proceso se puede alargar, pero el divorcio como tal sigue siendo más rápido que en los métodos tradicionales.
Ventajas del divorcio exprés
- Rapidez y agilidad: El principal atractivo del divorcio exprés es la rapidez con la que se puede finalizar el matrimonio. Con una duración que generalmente no supera los 60 días, es considerablemente más rápido que el procedimiento judicial tradicional, que puede tomar incluso años dependiendo de la complejidad del caso.
- Menos conflictos emocionales: Al ser un proceso menos burocrático y menos confrontativo, las parejas tienen la oportunidad de separarse de manera más amigable, evitando discusiones prolongadas y la carga emocional que puede conllevar un proceso judicial largo.
- Menores costos: Al ser un proceso más sencillo y rápido, los costos asociados a un divorcio exprés son considerablemente más bajos que los de un proceso judicial convencional. Esto lo convierte en una opción accesible para muchas personas que no desean o no pueden afrontar gastos elevados en abogados y trámites.
- Menor intervención judicial: En un divorcio exprés, el juez no interviene directamente en cuestiones como la guarda de los hijos o la división de bienes, siempre y cuando ambas partes lleguen a un acuerdo. Esto evita el litigio y la intervención prolongada del sistema judicial en temas personales y familiares.
Desventajas y aspectos a considerar
A pesar de sus claras ventajas, el divorcio exprés tiene algunas desventajas que las parejas deben tener en cuenta antes de decidir optar por esta vía.
- Falta de asesoramiento: Al tratarse de un proceso menos formal y más rápido, algunas parejas pueden no recibir el asesoramiento adecuado, lo que podría llevar a decisiones equivocadas en cuanto a la división de bienes o el cuidado de los hijos. Es fundamental contar con la ayuda de un abogado especializado para garantizar que el acuerdo sea justo y equilibrado.
- No apto para casos complejos: Si hay hijos menores o personas incapaces involucradas, o si existen grandes desacuerdos sobre la división de bienes, el divorcio exprés no será una opción. En estos casos, es necesario un proceso judicial convencional que garantice que los derechos de todas las partes sean debidamente protegidos.
- Posibles malas decisiones impulsivas: En algunos casos, la rapidez del proceso podría llevar a una decisión precipitada que no considere todos los aspectos importantes a largo plazo, especialmente cuando hay bienes en común o acuerdos financieros que pueden necesitar más tiempo para ser evaluados adecuadamente.